domingo, 9 de noviembre de 2014

La Fase de Reflexión en el portafolio del alumno



 “La reflexión está considerada un medio para convertir la experiencia en aprendizaje, y ella es importante también en la construcción del conocimiento y en el mejoramiento de las capacidades metacognitivas, las que permiten que las personas conozcan acerca de cómo funcionan sus propios procesos cognitivos; es una cognición de segundo orden, es decir un pensamiento sobre el pensamiento”. (Celia Sigal).
Es necesario que el alumno aprenda a desarrollar criterios y standards de evaluación ya que, el propio alumno tendrá un papel activo en la elección de sus trabajos, en la clasificación y la forma de su presentación.

a) Análisis de los aspectos débiles y mejoras reflejadas en los escritos reflexivos.
Un reto importante para los alumnos que utilizan el portafolio es saber identificar, analizar y valorar los puntos fuertes y logros, así como aquellos aspectos más débiles, de manera que se puedan proponer posibles acciones para superarlos.
A partir de las evidencias que componen el portafolio, el alumno puede reflexionar sobre cuales son los propósitos, aquello que está bien planteado, dónde los esfuerzos han estado mal planteados o han sido inadecuados, y cuales resultan ser, por el contrario, las líneas más interesantes para desarrollos posteriores. También puede comprender los factores que explican que los resultados obtenidos en la realización de una tarea sean favorables o desfavorables.
También el docente puede ayudar en el proceso de reflexión, manifestando la confianza en él y el respeto a la opinión del estudiante. En la reflexión se debe poner énfasis en los aciertos y no en los errores, detallando por escrito los puntos de fortaleza y los puntos de debilidad del portafolio y agregando sus observaciones al portafolio.

b) Exposición de retos y acciones futuras.
La reflexión siempre es un reto ya que implica un alto nivel de autodisciplina y responsabilidad por parte del alumnado.
Tienen la ventaja de que al indicar los puntos flojos y fuertes del proceso de aprendizaje, suponen un gran componente motivador y de estímulo para incorporar propuestas de mejora con garantías.
El proceso de reflexión propicia la autonomía del estudiante y el pensamiento crítico reflexivo que por una parte asegura reto de alcanzar el aprendizaje mínimo y por otra aquél que cada uno desea adquirir y profundizar.

c) Proyección del desarrollo personal y académico.
Este proceso contribuye al desarrollo de la conciencia metacognitiva y la construcción de sus conocimientos.
Del análisis de las debilidades y fortalezas, se puede extraer información sobre las necesidades y también lo que falta para un logro completo así como manifestación de las vías para alcanzarlo. “La posibilidad de auto-reflexionar en los procesos de pensamiento, juega un rol central en la resolución de problemas y el desarrollo intelectual” (Durst, 1989).
El docente puede proponer objetivos académicos y/o profesionales y/o personales para un futuro.

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